ESTRUCTURA
UN DISEÑO CLÁSICO
La estructura de este Curso es muy similar a las de otras propuestas de evangelización y renovación del compromiso cristiano. Como hemos dicho, una fuente de inspiración han sido algo tan clásico como los Cursillos de Cristiandad. Se basa en el tradicional esquema de Acción Católica: Ver-Juzgar-Actuar.
El curso consta de tres años, con unas ocho sesiones aproximadamente cada año. La forma de ubicarlas en el tiempo es optativa, pueden realizarse todas juntas o en dos periodos, con reuniones semanales o quincenales. Tampoco conviene dispersarse mucho.
El primer año, denominado LA SITUACIÓN, está dirigido a que el cofrade se pregunte sobre su compromiso con la hermandad: qué vive él en la cofradía, que significan para él las cosas que la cofradía celebra: Cristo, la fe, la espiritualidad creyente, la devoción mariana, el compromiso moral y social... Es una tarea de VER la forma en que todas esas cosas resuenan en cada uno y en el grupo.
En el segundo año, que titulamos EL PROYECTO, intentaremos aproximarnos a la identidad de la cofradía: sus fines, sus tradiciones, su transmisión, su lugar en la Iglesia y en el mundo. Corresponde a a la etapa del JUZGAR, en que nos contrastamos cada uno, y contrastamos la posición del grupo, respecto del modelo de cofradía que logramos identificar y definir entre todos.
El tercer año, LIDERAZGO, nos interroga sobre la forma en que debemos comprometernos y capacitarnos de cara a ACTUAR en el presente y en un futuro aún por desvelar, pero en el que la cofradía deberá seguir existiendo, con una identidad y resonancia claras.
La estructura de este Curso es muy similar a las de otras propuestas de evangelización y renovación del compromiso cristiano. Como hemos dicho, una fuente de inspiración han sido algo tan clásico como los Cursillos de Cristiandad. Se basa en el tradicional esquema de Acción Católica: Ver-Juzgar-Actuar.
El curso consta de tres años, con unas ocho sesiones aproximadamente cada año. La forma de ubicarlas en el tiempo es optativa, pueden realizarse todas juntas o en dos periodos, con reuniones semanales o quincenales. Tampoco conviene dispersarse mucho.
El primer año, denominado LA SITUACIÓN, está dirigido a que el cofrade se pregunte sobre su compromiso con la hermandad: qué vive él en la cofradía, que significan para él las cosas que la cofradía celebra: Cristo, la fe, la espiritualidad creyente, la devoción mariana, el compromiso moral y social... Es una tarea de VER la forma en que todas esas cosas resuenan en cada uno y en el grupo.
En el segundo año, que titulamos EL PROYECTO, intentaremos aproximarnos a la identidad de la cofradía: sus fines, sus tradiciones, su transmisión, su lugar en la Iglesia y en el mundo. Corresponde a a la etapa del JUZGAR, en que nos contrastamos cada uno, y contrastamos la posición del grupo, respecto del modelo de cofradía que logramos identificar y definir entre todos.
El tercer año, LIDERAZGO, nos interroga sobre la forma en que debemos comprometernos y capacitarnos de cara a ACTUAR en el presente y en un futuro aún por desvelar, pero en el que la cofradía deberá seguir existiendo, con una identidad y resonancia claras.